Puerte Rialto Venecia
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Venecia, Venecia.. me enamoré de ti

Una escapada a Venecia o un viaje corto puede ser una de las mejores experiencias que puedas tener, disfrutar con tu pareja de esta maravillosa ciudad, es lo mejor si sabes cómo hacerlo.
Creo que todos o casi todos, tenemos en la vida lugares seleccionados sin saber muy bien porque; Venecia en Italia y las Pirámides en Egipto, eran esos dos lugares que quería conocer, y tengo la suerte de conocerlos.

Egipto lo visite hace unos años con mi hija y os aseguro que es un viaje precioso, irrepetible, y del que guardo grandes recuerdos… pero esa es otra historia.

Cuando surgió la oportunidad de irnos a Italia, mi primer pensamiento fue para Venecia, sinceramente creía que se iba a hundir antes de poder verla o que no podría ir sin más, porque las cosas no están muy fáciles hoy en día. Pero aprovechando la moda de viajes “low Cost” y que llevamos varios años sin vacaciones de “verdad”, nos liamos la manta a la cabeza y emprendimos este maravillo viaje.

Así que una vez montados en el correspondiente avión low cost, y bien apretaditos en los asientos, empezamos a volar hacia nuestro destino, Pisa, mientras los altavoces del avión nos venden productos “tax free” que no entiendo muy bien como son “free” si son más caros que en tierra, y nos invitan al “rasca de la suerte” de la cía. aérea; pero daba igual, pronto estaría en mi adorada Venecia.

Paseo por el Gran Canal

Llegados al Aeropuerto de Pisa, nos fuimos a por nuestro “flamante utilitario” de alquiler, los precios de los alquileres de coches son muy caros en Italia, por el tema del seguro, cosa que no entendíamos muy bien, ya que en otras ocasiones habíamos alquilado coches en otros sitios, cuando vas por las carreteras y no carreteras Italianas sabes el porque del precio del seguro.

Palacios en VeneciaPues viento en popa y a toda vela salimos de Pisa hacia Venecia, 300 km. aproximadamente por autovía, así que calculamos unas 3 horas y media para llegar…. pero no, el tiempo en Italia no funciona como aquí; hagas lo hagas, si vas o si vienes, tienes que echarle un par de horas más como mínimo; esta a sido la tónica en todo el viaje, así que si calculas un viaje  por Italia echarle tiempo y paciencia.

En un principio había mirado hoteles en el mismo Venecia, pero entre los precios de los hoteles y opiniones de los viajeros, al final escogimos un hotel en Mestre, de lo que  no arrenpentimos en ningún momento.

Venecia y Mestre están solo separados por el Puente de la Libertad, de 2,5 Km. de largo, termina en la misma Venecia en la Piazza Roma, con lo que estas a 10 minutos en autobús del centro.
Tengo que decir que fue todo un acierto, ya que dejar el coche en los parkings a la entrada de Venecia, ya que no se puede circular, te puede llegar a costar de 40-60 euros diarios, y después de ver montones de turistas con las maletas, puente para arriba, puente para abajo, vaporetto por aquí, vaporetto por allá, os recomiendo que os quedéis en Mestre, los autobuses pasan cada 15 minutos, y en concreto en nuestro hotel, la parada estaba a 100 metros.
También puedes (y casi debes) comprar unos tikets para 12,24,48 o 72 horas, que sirven indistintamente  para los autobuses y los vaporettos, y puedes subir y bajar de los mismos cuantas veces quieras en ese tiempo.

Por otro lado, creo que cantidad de gente viaja sin billete, porque no existe casi control en ninguno de los dos; pero no queríamos amargarnos la estancia por una multa.Canales en Venecia

Ya sí, por fin, bajamos del autobús en la Piazza Roma, y se presento tal como la había visto e imaginado; el gran canal nos daba la bienvenida, con sus puentes, sus palacios, y la ajetreada vida de una ciudad tan turística como esta. Os aseguro que estaba radiante y feliz.

Se había hecho de noche, así que simplemente callejeamos, por calles mas bien estrechas, llenas de cafés, pastelerías, pizzerias y recuerdos, las mascaras venecianas colgaban en todas las tiendas, y daban color a las calles. Llegamos hasta la Basilica de Santi Giovanni e Paolo, ya estaba cerrado, y nos quedamos con las ganas de verla por dentro, es la más grande de Venecia, y aunque muy austera por fuera, por dentro dicen que es grandiosa.
Tras mirar cartas de Restaurantes, terminamos en uno bastante normalito, no era demasiado caro, y cenamos bastante bien, aunque no fuera muy glamuroso, la cocina era  correcta, y las raciones grandes.
Aquí es donde decidimos que Venecia no es cara… es muy cara.

Volvimos a nuestro hotelito que estaba realmente bien, que como también es restaurante, tiene una terraza estupenda, y tras tomarnos una copita en la misma, llego el descanso del viajero, que llevamos encima una buena paliza, y el cuerpo lo nota.

Al levantarnos por la mañana había un sol radiante y un cielo azul, que mas se podía desear? volvimos a Venecia en bus, y cogimos nuestro primer vaporetto, que nos llevo por el Gran Canal. No os podéis hacer una idea de como disfrute de ese paseo mañanero, los palacios Venecianos se extendían a derecha e izquierda a nuestro paso, majestuosos, elegantes, mientras las pequeñas olas del canal, daban sobre sus muros, impertérritos al tiempo, y se colaban por debajo de sus grandes puertas de madera, inundándolos poco a poco, pero ellos seguían allí, como si desde siempre hubiesen salido de entre las aguas.
Al llegar a la altura del Puente del Rialto, empezamos a ver las típicas góndolas, solo están en la parte mas céntrica del canal, y a pesar de su precio, 60 € la hora, la verdad que había bastantes ocupadas por turistas, ya que con ellas pueden pasar a canales mas estrechos por donde el vaporetto no puede; si, reconozco que me dieron un poquito de envidia, pero también sabia que mi chico no se montaba en una ni ” arto vino”, así que seguí disfrutando del recorrido.

Góndolas en Venecia

A nuestra derecha se erguía la Cúpula de Sta. Mª della Salute, impresionante, blanca y bella, siendo la Iglesia mas grande de Venecia.

Santa María della Salute

Llegamos a la parada de la Piazza San Marcos, y tal como la había visto en cantidad de reportajes es espectacular, con el Palacio Ducal a un lado, El Campanile al otro, la Basilica de San Marcos es todo su esplendor,  si quieres verla por dentro es mejor reservar con antelación, era una imagen para retener  para siempre y a partir de aquí, supe que me había enamorado de Venecia.!Plaza San Marcos

Nos acercamos a los famosos cafés de la plaza, y la verdad que solo estaban ocupadas 4 ó 5 mesas, un café te cuesta 8,50 € mas el servicio, así que aquí si había crisis.
Seguimos paseando, nos paramos a descansar en los jardines traseros de la piazza, y por entre calles estrechas, y el Puente de los Suspiros, estaban practicamente todas las tiendas de alta costura, Dior, Gucci, Prada… vamos con un  presupuesto de 8-10.000 €, te llevas un conjuntito de andar por casa. Alucinante.

Alta Costura en Venecia

Sabíamos que en un solo día, no podíamos ver ni la mitad de las cosas, que se pueden visitar, por lo que decidimos verlas por fuera, las colas para entrar a cualquier sitio eran de horas; si esto estaba así a mediados de Septiembre, como sera en Agosto? según fue pasando la mañana la gente se convirtió en multitud, os parecerá una tontería pero nunca había visto tanta gente en tan poco espacio, parecía que en cualquier momento iban a dar “el chupinazo” como si fuera San Fermín.

Cogimos el vaporetto hasta el puente de Rialto, precioso, quizá sea la zona mas popular dentro de lo que es el centro, y nos encontramos con algo que nos entusiasma a los dos. El mercado central. Ya se que algunos de vosotros os parecerá una tontería ver un mercado, pero nosotros disfrutamos tanto  más que viendo Palacios.

mercado frutas y verduras en Venecia

Y no nos defraudo. Tenderetes con fruta y verdura expuesta y colocada con esmero, de primera calidad, tomates secos, especias, y frutas de todas clases, se daban la mano con otros puestos de pescado fresco, y muy fresco, que te daban ganas de llevártelo ya mismo. Me quede con ganas de comprar algunas cosas, pero había leído que el mercado de Florencia estaba muy bien, error, el de Venecia esta mucho mejor de precio también, pero como todavía no lo sabia, pues eso, que me quede con las ganas.Me había puesto el uniforme de turista “guiri” sandalias super cómodas con calcetines, (había jurado hacia años que nunca, nunca, iría yo que esas pintas), pero sucumbí a la comodidad, y aun así ya no estaba para muchos trotes, pues querer ver tantas cosas en tan poco tiempo, es imposible, y mis pies decían basta!

Después de haber oído mucho sobre “Como hacer el Cóctel Bellini” en el bar Harry’s a los amigos que habían estado, pensamos que darle una oportunidad.
En la primera impresión el bar parecía cansado y triste, pedimos 2 Bellini a un costo de 36 euros! Ambos están muy bien, pero no volveremos ..

Buscamos una terraza a la sombra para comer, y como sabíamos de antemano, que la clavada iba a ser de lujo, nos decantamos con un menú de un plato mas bebida, que por lo menos nos sirvió de descanso, aunque fue una comida bastante miserable.

Mas tarde en uno de los muchos puestos callejeros que inundan estas calles me compre un buen trozo de Focacia rellena de espinacas y ricotta, crujiente y calentito por 2 € que estaba super bueno, así que mi recomendación es:O pagas una pasta gansa a la hora de comer o comes de picar en los puestos callejeros que tienen muy buena calidad la mayoría y precios muy recomendables.

A lo tonto, a lo tonto, eran ya las cuatro de la tarde, así que cogimos otro vaporetto para visitar las islas, nos decantamos por la de Murano, ya que no daba tiempo a mucho más.

Al dejar atrás el Gran Canal, se divisa a la derecha la isla San Michele, con su iglesia de San Michele in Isola, esta isla es uno de los cementerios de la ciudad, y aunque resulta muy bonita al pasar y se puede visitar, no nos parecía la mejor idea visitar un cementerio.  Iglesia de San Michel y IsoldaAl llegar a Murano, evidentemente no puedes dar un paso, sin encontrar una tienda de Cristal de Murano, desde los típicos llaveros, anillos etc. hasta grandes lamparas de techo, no es un cristal que me guste excesivamente, así que dimos una vuelta por el centro, nos compramos un helado de limón, que estaba estupendo. Isla de MuranoCuando volvimos a Venecia, empezada a echarse la tarde, y desde uno de los muchos puentes, me despedí del gran canal, de los palacios y las góndolas, queriendo dejar esa imagen bien grabada en mi interior.

De vuelta al hotel, como ya os había indicado que  tiene restaurante, la especialidad son las carnes a la brasa, así que cenamos en la terraza, degustando una botella de vino blanco muy frió, con un muy buen Carppacio de ternera, una ensalada de tomate, mozzarella y albahaca fresca, seguido de una parrillada de carne y los postres típicos, un tiramisu muy bien logrado y una tarta de manzanas y almendras.

Al día siguiente salimos hacia la Toscana, pero esto ya os lo cuento en otra entrada, si es que tenéis paciencia conmigo, y no os he aburrido con mis historias.Si alguien esta interesado en saber precios, hoteles y cualquier otro tema sobre Venecia y le puedo ayudar, estoy a vuestra entera disposición.

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